Conan es, sin duda, un personaje clásico, un icono de las aventuras pulp de espada y brujería, que lleva con nosotros desde hace décadas. A las propias novelas de su creador R.E.Howard, le siguieron las de otros autores como L. Sprague de Camp o Lin Carter; y tras ellas los comics de la todopoderosa editorial marvel, que le otorgaron ese aspecto que relacionamos tan habitualmente con el personaje, y las diferentes adaptaciones cinematográficas.
Y como icono, se ha abusado mucho de su figura. Marvel publicó durante tanto tiempo comics del cimmerio que la calidad de gran parte de los mismos acabo, inevitablemente, cayendo. Así mismo, tras la exitosa película de Dino de Laurentiis, sus continuaciones dejaron mucho que desear. La más reciente, un estrepitoso fracaso donde el físico de Jason Momoa no puede levantar un guión que sólo se le puede tildar de desastroso.
Por eso, cuando salió la colección de comics de Dark Horse, me asomé a ella con, digamos, "precaución". Un primer vistazo en mi tienda de comics habitual me llevó a sorprenderme por el estilo y el trazo, que teniendo a veces una aspecto un tanto inacabado, reflejaban perfectamente el espíritu del personaje. Así que le di una oportunidad... afortundamente (^_^).
En Dark horse han hecho un buen trabajo con el personaje. Desde un principio avisaron que iban a olvidarse de todo lo publicado sobre él; una tabula rasa en la que volcaría exclusivamente la obra original de Howards. Y lo han hecho con habilidad (salvando cosas obvias que se pierden y ganan en toda adaptación). Como único contrapunto a este rigor, iban a permitirse intercarlar historias de la niñez de Conan y algún relato de su abuelo, para dar una idea de lo que era la cultura cimmeria y el hombre que fue el principal artífice en la sed de aventuras de nuestro personaje. Y esos pequeños paréntesis en la obra original están condenadamente bien hechos, aportando detalles de como pudieron haber sido esas etapas de la vida del bárbaro que se nos hacen perfectamente asimilables en lo que luego llega a ser el personaje.
Ya la manera de mostrar la historia cautiva ya por el tinte clásico que tiene... El encuentro de unos manuscritos, Las Crónicas Nemedias, por parte de un príncipe y como este ordena a su reacio (y turbio...) visir, que quiere destruirlas, que las conserve y traduzca para su divertimento. Unas crónicas que comienzan con el consabido "sabed, oh príncipe...".
Los títulos de las adaptaciones sonarán a cualquier aficionado a las novelas del cimmerio: La Hija del Gigante Helado, La Torre del Elefante, La Mano de Nergal, El Coloso Negro... Hasta ahora Dark Horse ha publicado 2 colecciones; la primera llamada "Conan, La Leyenda", y la segunda, que acaba de finalizar, con el título de "Conan, El Cimmerio". Pero no es un punto final, sino el paso del 'testigo cronológico' a "Camino de reyes", que sigue la línea principal de edición, así como a otros tomos independientes que cuentan historias complementarias.
Inicialmente, la obra está llevada al guión por Kurt Busiek, un guionista que se ha hecho todo un nombre en el mundillo de los superhéroes, y a los lápices por Cary Nord (principalmente), que tiene ese estilo que recuerda al de un boceto en su manera de dibujar. Con el paso de los, números más personas se han unido o sustituido a estos: Tim Truman, Richard Corben, Tomás Giorello (sustituyendo a Nord como dibujante principal de manera perfecta), etc.
Hará unos meses, por petición de un conocido, pregunté por números viejos y parece ser que aún es posible comprarlos, ya que han salido tomos recopilatorios. Así pues, no los dejéis escapar, pues es una revitalización excelente del personaje. Un comic para disfrutar, sin duda...
Sabed, oh príncipe…
Que entre los años en que los océanos anegaron Atlantis y las resplandecientes ciudades, y los años de ascensión de los hijos de Aryas, hubo una edad no soñada en la que brillantes reinos ocuparon la tierra como el manto azul entre las estrellas… Y allí llegó Conan, el Cimmerio; cabello negro, ojos adustos, espada en mano, ladrón, asaltante, asesino, de grandes tristezas y grandes alegrías, para pisotear con sus pies calzados con sandalias los enjoyados tronos de la Tierra…
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